
En la jornada desiciva del Pre Mundial de hockey masculino que se disputaba en la ciudad de Quilmes, el local enfrentaba a Bélgica en busca de la única plaza que había en juego para el campeonato de India del próximo año. En los partidos previos Estados Unidos había vencido a Chile por 2 a 1, obtuviendo asi el quinto puesto, mientras que Irlanda se había quedado con el tercer escalafón del podio al imponerse sobre República Checa por 3 a 2.
La final mostraba, indudablemente, a los dos mejores equipos del torneo desde todo punto de vista. Cuando les había tocado enfrentarse por la fase regular todo finalizó en una justa igualdad en 2. El partido comenzo adverso para el seleccionado dirigido por Pablo Lombi, ya que los belgas aprovecharon las situaciones que generaron y se pusieron en ventaja a través de Cedric Charlier y Jeffrey Thys. Los primeros 35 culminaron con la diferencia de dos favorable a los europeos y la desilución y la tristeza acompañaban público que colmó el Estadio Nacional apoyando a Argentina. En el complemento Bélgica se replegó en su última línea y los locales alcanzaron el descuento con una notable arrastrada de Pedro Ibarra, el goleador del certamen. Cuando todo parecia indicar que el empate argentino estaba al caer, el equipo del viejo continente restableció
la diferencia de dos tantos cuando Felix Denayer, quien posteriormente sería electo como el jugador más destacado del torneo, anticipó al arquero Espinoza con un eficiente desvío. Un nuevo baldazo de agua fria para toda la parcialidad celeste y blanca. Sin embargo, los jugadores nacionales se cargaron de paciencia y sostenidos en los buenos rendimientos de Matias Rey y Manuel Brunet fueron en busca de la paridad. Pedro Ibarra volvió a descontar luego de un penal, y Lucas Vila puso el empate en 3 que contagió de euforía a todos los argentinos. Mario Almada, el jugador de mayor edad de todo el plantel, se encargó de poner el definitivo 4 a 3 que le otorgó a Argentina la posibilidad de ser partícipe del Mundial de India.
La final mostraba, indudablemente, a los dos mejores equipos del torneo desde todo punto de vista. Cuando les había tocado enfrentarse por la fase regular todo finalizó en una justa igualdad en 2. El partido comenzo adverso para el seleccionado dirigido por Pablo Lombi, ya que los belgas aprovecharon las situaciones que generaron y se pusieron en ventaja a través de Cedric Charlier y Jeffrey Thys. Los primeros 35 culminaron con la diferencia de dos favorable a los europeos y la desilución y la tristeza acompañaban público que colmó el Estadio Nacional apoyando a Argentina. En el complemento Bélgica se replegó en su última línea y los locales alcanzaron el descuento con una notable arrastrada de Pedro Ibarra, el goleador del certamen. Cuando todo parecia indicar que el empate argentino estaba al caer, el equipo del viejo continente restableció
